Las evidencias de un mundo más cálido son muchas: Periodos más cortos de congelación del agua de lagos y ríos, disminución de la extensión del permafrost, temperaturas del suelo en aumento, etc. Pero los principales cambios observados científicamente, y percibidos cada vez más por la gente en todo el mundo, se pueden resumir en:
- Los niveles del mar en todo el planeta se han elevado de un modo evidente con el calentamiento, a una media de 1,8 milímetros por año desde 1961 y a 3,1 milímetros por año desde 1993. La elevación durante el siglo XX alcanzó los 17 centímetros. La expansión del agua, a medida que se calienta, y el deshielo de los glaciares, los casquetes y las capas de hielo polar están contribuyendo a este aumento de forma conjunta.(FUENTE: IPCC)
- La reducción de la extensión de nieve y hielo también es consistente con el calentamiento. Los datos de satélite registrados desde 1978 muestran que la extensión media anual del hielo en el Ártico ha caído un 2,7% cada década, con disminuciones mayores en verano. Los glaciares de montaña y la cobertura media de nieve se han reducido en ambos hemisferios.(FUENTE: IPCC)
- Desde 1900 a 2005, las precipitaciones (lluvia, aguanieve y nieve) aumentaron significativamente en zonas de América del Norte y Sur, norte de Europa y norte y centro de Asia, pero disminuyeron en el Sahel, el Mediterráneo, sur de África y zonas del sur de Asia. El IPCC concluye que es “probable” que el área global afectada por la sequía haya aumentado desde los años 70. En los pasados 50 años, los días y noches fríos y las heladas se han hecho menos frecuentes en la mayoría de áreas terrestres, mientras que han aumentado los días y noches cálidos. El IPCC considera “probable” que las olas de calor se hayan hecho más comunes en la mayor parte de zonas terrestres, que los eventos de fuertes precipitaciones hayan aumentado en la mayoría de las áreas y que, desde 1975, las subidas extremas del nivel del mar hayan aumentado en todo el mundo. Las inundaciones y ciclones han ocurrido más frecuentemente en los últimos 30 años, si bien los ciclones tropicales intensos han aumentado desde aproximadamente 1970, la alta variabilidad registrada durante estas décadas y la falta de una observación sistemática de alta calidad, previa a las observaciones de satélite, hacen difícil detectar tendencias de largo plazo.
- Las observaciones en todo el mundo muestran que muchos sistemas naturales están siendo afectados por cambios climáticos regionales, especialmente por los aumentos de temperatura. Además, se están detectando otras consecuencias de los cambios climáticos regionales, sobre las personas y los ecosistemas, distintas de las ya descritas. Son efectos que se manifiestan en ámbitos muy diferentes, desde el adelanto en la plantación de cultivos primaverales a los cambios en la distribución de los pólenes alergénicos en el Hemisferio Norte, los cambios en la extensión de las áreas afectadas por enfermedades infecciosas o en las actividades que dependen, por ejemplo, de la nieve o el hielo, tales como los deportes de montaña. Se trata de efectos frecuentemente difíciles de identificar, debido a los procesos de adaptación al cambio climático ya en marcha y a que pueden estar actuando también otros factores que no guardan relación con el clima.